Una Flor para la diversidad

LUCES Y SOMBRAS DE LA DIVERSIDAD A LA URUGUAYA

Uruguay aparece como el país de América del Sur más “amigable” con los derechos de los homosexuales, pero tiene siete homicidios de personas trans sin aclarar.

Paralelamente la Ley de Matrimonio Igualitario aprobada ubicó a Uruguay en el mundo como ejemplo en reconocimiento de derechos. En la otra cara, Uruguay tiene siete homicidios de personas trans sin aclarar, este colectivo, si bien no hay estudios profundos aún, tiene la expectativa de vida más baja del país, son expulsadas de la educación sistemáticamente, muchas veces también de su seno familiar, sin oferta laboral, se estima que un 80% de una población de unas 3.000 personas trans, viven del comercio sexual hasta que pueden, ni hablar de una tercera edad sin jubilación.

Si algo se puede encontrar de positivo con este panorama es que tanto desde el ámbito público como del privado, se quiere cambiar esta realidad y algo se está haciendo. Una medida esencial para cambiar se va a concretar en 2016 con el primer censo de personas trans en Uruguay, que dará insumos certeros sobre los cuales elaborar planes. Otros proyectos trabajan para abrir puertas en el mercado laboral. Uruguay Trabaja contempla una cuota para personas trans pero lejos está de ser una solución, apenas un paliativo que dura entre seis y ocho meses y se puede participar cada dos años.

Pero en Rivera y Artigas por ejemplo, se está llevando adelante un plan de la Universidad de la República, en que se utilizan las ceibalitas para enseñar informática a este colectivo. En otro orden se organizan reuniones y talleres con empresarios buscando “abrir cabezas”. Sigue habiendo un debe “criminal” en la educación, con docentes sin la menor preparación para atender estas situaciones y un sistema incapaz de incluir y contener.
Ahora el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) prepara un censo para el año que viene.

“El censo tiene varios componentes. Es cuantitativo y cualitativo para determinar la trayectoria de vida socio educativa, la situación socio económica, etc. Lo que discutimos en este momento es cómo va a ser la implementación. En esto participan jóvenes del Instituto de Ciencia Política, también buscamos trabajar con referentes de ese colectivo para poder llegar a algunos lugares difíciles. No vamos a hacer un rastrillaje puerta por puerta, para ello los referentes son muy importantes”, explicó a LA REPÚBLICA, Federico Graña, sub director de la Dirección Nacional Socio Cultural del Mides.

“No es fácil lo he planteado en cuanto a la identidad de genero, hay gente que expresa su genero, pero hay gente que no, sobretodo en el interior del país, por un tema laboral, social, de familia. Por lo cual si hacés un censo hay que tener una estrategia especial. Es fundamental dar insumos en niveles educativos, atención en salud, situación laboral, vivienda, tercera edad, situación de calle”, apuntó a LA REPÚBLICA, por su parte la presidenta de la Asociación Trans del Uruguay (Atru.) Collette Richard.

Consultado Graña sobre ciertos estudios en América Latina que daban a este colectivo una expectativa de vida de 35 años, es decir más o menos como en la Edad Media, apuntó que “hay varias hipótesis, no podemos improvisar”. Sin embargo comentó que de más de 900 personas trans que hoy tienen la Tarjeta Uruguay Social, “en la pirámide hay muy pocas personas mayores de 50 años, no sabemos, pero hay una baja expectativa de vida, en Uruguay la expectativa de vida es mayor de 70 años”, advirtió. Cabe acotar que la Tarjeta Uruguay Social les otorga $ 1.000 mensuales para alimentos y productos de limpieza.

Una flor para el futuro

Mediante un proyecto de la Universidad de la República que el Centro Universitario de Rivera, fue el primero en ponerlo en práctica, se trabaja sobre población trans que no acceden a herramientas tecnológicas. Reflotamos un acuerdo binacional entre nuestra universidad y la universidad de lado de Brasil y muchos estudiantes se inscribieron para colaborar con las clases. Identificamos referentes a nivel nacional y referentes regionales. Hay una referente en San Pablo, una chica trans ingeniera informática. Realizamos el primer encuentro trans fronterizo y lo dimos a conocer”, explicó a LA REPÚBLICA, Sebastián Guida, del Centro Universitario de Rivera. Así desde junio se le enseña por ejemplo a armar un curriculum, programas para escribir, a diagramar, etc.

Pero además de la oportunidad para aprender la iniciativa marcó un cambio significativo. “Imaginate que personas trans empiecen a entrar al Centro Universitario, fue un cambio muy importante, y ellas han dicho que están sorprendidas porque las han tratado muy bien”, contó Guida. La experiencia ya se está aplicando en Artigas y podría extenderse a otros departamentos.

 

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